En esta coronación de la Virgen, la Trinidad es representada con la imagen de tres hombres: uno mayor con cabello y barba blancos, el Espíritu Santo con una mitra llameante y Jesucristo. Esta forma de representación de la Trinidad conocida como heterodoxa llama la atención por presentar a cada uno de sus integrantes ataviados con la tiara papal, símbolo del poder terrenal y espiritual de la Iglesia Católica. La Trinidad corona a la Virgen María, quien sostiene una azucena, simbolo de su pureza. Los cuatro personajes entre nubes son contemplados desde la parte inferior del lienzo por Santo Domingo y San Francisco de Asís. La Virgen -como personaje principal del cuadro- se presenta como la conexión entre lo terrenal y lo espiritual.