El cuadro presenta al santo, doctor, sentado en un sillón rojo ante su escritorio mientras eleva la mirada al cielo. El hábito negro del santo -como corresponde tradicionalmente a la orden que fundó- tiene un brocateado en oro con formas de flores grandes. La aureola que lleva es también dorada, de tal grosor y densidad que pareciera una pieza de metal, como una diadema con piedras preciosas.
Óleo sobre tela. Altura: 105 cm; Largo: 86.5 cm