Durante la época del Virreinato se extendió la iconografía de la Sagrada Familia caminando por un paisaje abierto. Sobre ella se representa al Espíritu Santo y al Padre Eterno resaltando la integración de Jesús a la Santísima Trinidad. El fino brocateado de base rojiza aplicado a las vestimentas y los nimbos de los personajes destaca el relieve y el brillo del pan de oro.
Óleo sobre tela. Altura: 60 cm; Largo: 50 cm