El Museo Nacional de Arte fue creado en base a una colección de arte virreinal conformada por el Banco Central de Bolivia a partir la década de 1930. Por esa razón, una gran cantidad de piezas de su colección son precisamente pinturas de los siglos XVI, XVII y XVIII provenientes de diversas regiones del actual territorio boliviano, incluyendo importantes obras de reconocidos artistas como Melchor Pérez Holguín (1680-1735), Leonardo Flores (1650-1710) y Bernardo Bitti (1548-1610) y otras tantas de maestros anónimos. Estas obras constituyen una parte significativa del patrimonio cultural boliviano.
La actual Bolivia tiene como base antecedente principal el territorio de la Real Audiencia de Charcas, creada en 1559 como parte del Virreinato del Perú. En 1776 la misma pasó a depender del Virreinato de La Plata para volver a depender del Virreinato del Perú en 1810 hasta la consecución de la Independencia y el nacimiento de la República en 1825. Antes de la Conquista, bajo el nombre de Kollasuyo, estos territorios habían formado parte del Imperio Inca con capital en Perú, confluyendo en él una gran variedad de poblaciones indígenas.Ya en la época colonial, entre los siglos XVI y XVIII, este territorio fue escenario de una intensa producción artística en centros urbanos de importancia política y económica como Potosí y Chuquisaca (Sur) así como en la región andina (oeste) ocupada por una población predominante aymara y quechua. Bajo el influjo inicial de obras importadas de Europa y la presencia eventual de maestros de otras latitudes, se desarrollaron con profusión las artes pictóricas, escultóricas y decorativas en los estilos internacionales del Renacimiento, el Manierismo y el Barroco. Este arte funcionó como un dispositivo didáctico en el proceso de adoctrinamiento religioso de las poblaciones locales, pero también evidencia en ciertos aspectos específicos de su forma y contenido la interrelación de las culturas originarias y foráneas en un proceso de influencias mutuas parecido al producido en la llamada arquitectura barroca mestiza. El alto desarrollo de estas manifestaciones artísticas queda evidenciado en el surgimiento de distintas escuelas y estilos regionales.A través de más de medio siglo los fondos de pintura virreinal del Museo se han ido enriqueciendo gracias a adquisiciones propias, donaciones de particulares e instituciones y obras recuperadas del tráfico ilícito de bienes culturales entregadas por el Estado boliviano para su protección.